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En los criaderos ovinos, el verano puede traer consigo una serie de desafíos de salud para los rebaños. Las altas temperaturas, la humedad y otros factores ambientales pueden aumentar la susceptibilidad de los ovinos a diversas enfermedades.

Es crucial para los criadores conocer las principales enfermedades que afectan a sus rebaños durante esta temporada y tomar medidas preventivas adecuadas para mantener la salud y el bienestar de sus animales.

Acerca de ello comentaremos con mayor detalle en las líneas que siguen.

Peste ovina

La peste ovina, también conocida como fiebre aftosa, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a los ovinos. Durante el verano, las condiciones cálidas y húmedas pueden favorecer la propagación de este virus. Los síntomas incluyen fiebre, ampollas en la boca y las pezuñas, letargo y pérdida de apetito. La vacunación regular es fundamental para prevenir la propagación de la peste ovina en los criaderos ovinos.

Anaplasmosis

La anaplasmosis es una enfermedad transmitida por garrapatas que puede afectar a los ovinos durante el verano. Los síntomas incluyen anemia, fiebre, pérdida de peso y letargo. Las garrapatas son más activas en climas cálidos, por lo que es importante implementar medidas de control de garrapatas en los criaderos para reducir el riesgo de infección por anaplasmosis.

Mosca de la nariz

Durante el verano, las moscas de la nariz pueden ser una molestia para los ovinos y también pueden transmitir enfermedades como la miasis. Las moscas de la nariz depositan sus huevos en las fosas nasales de los ovinos, lo que puede provocar irritación, secreción nasal y malestar. El uso de insecticidas y la implementación de prácticas de manejo adecuadas, como la limpieza regular de los corrales, pueden ayudar a prevenir infestaciones de moscas de la nariz.

Miasis

La miasis, también conocida como gusanera, es una enfermedad causada por la infestación de larvas de moscas en las heridas de los ovinos. Durante el verano, las altas temperaturas y la humedad pueden crear condiciones ideales para la proliferación de moscas que causan miasis.

Los síntomas incluyen inflamación, secreción de pus y costras en la piel. La prevención es fundamental, y se puede lograr mediante el control de las moscas, la limpieza de las heridas y el tratamiento oportuno de cualquier lesión.

Hipertemia

La hipertemia, o golpe de calor, es una preocupación importante durante el verano para los ovinos, especialmente en regiones con altas temperaturas. Los ovinos son susceptibles al estrés por calor, lo que puede provocar deshidratación, agotamiento y, en casos graves, la muerte. Es fundamental proporcionar acceso constante a agua fresca y sombra adecuada para ayudar a los ovinos a mantenerse frescos durante los días calurosos.

Protegiendo la salud de los animales de granja en el periodo estival

El verano presenta una serie de desafíos de salud para los criaderos ovinos, pero con una atención adecuada y medidas preventivas, es posible minimizar el impacto de las enfermedades en los rebaños.

La vigilancia regular, la vacunación, el control de garrapatas y moscas, así como la atención a la hidratación y la temperatura corporal de los ovinos, son fundamentales para garantizar su salud y bienestar durante la temporada de verano.

Los criadores deben trabajar en estrecha colaboración con veterinarios y expertos en manejo de ovinos para desarrollar un plan de salud adaptado a las necesidades específicas de sus rebaños y su entorno.

Por otra parte, la capacitación del personal en prácticas de manejo adecuadas y la educación sobre la identificación temprana de signos de enfermedad son componentes clave para una gestión exitosa de la salud del rebaño. Al priorizar la prevención y la atención diligente, los criadores pueden ayudar a mantener la salud y el bienestar de sus ovinos durante el verano y en todas las estaciones del año.

Aunadas a las medidas preventivas mencionadas anteriormente, es importante destacar la importancia de la bioseguridad en los criaderos ovinos durante el verano. La bioseguridad se refiere a prácticas diseñadas para prevenir la introducción y propagación de enfermedades en el rebaño. Durante el verano, cuando las condiciones ambientales pueden favorecer la proliferación de patógenos, la bioseguridad se vuelve aún más crucial.

Bioseguridad y cría efectiva de animales de granja

Una parte fundamental de la bioseguridad es el control de acceso a las instalaciones del criadero. Limitar la entrada de personas y vehículos externos ayuda a reducir el riesgo de introducción de enfermedades. Además, es importante implementar protocolos de desinfección para calzado, ropa y equipo utilizado por el personal y visitantes. Esto ayuda a prevenir la propagación de patógenos entre diferentes áreas del criadero.

Otro aspecto importante de la bioseguridad es la gestión adecuada de los residuos. Durante el verano, los residuos orgánicos, como estiércol y restos de alimentos, pueden atraer a insectos y roedores que pueden ser portadores de enfermedades. Mantener un programa de limpieza y eliminación de residuos regular y adecuado es esencial para reducir el riesgo de contaminación y propagación de enfermedades en el criadero.

Rebaños saludables en durante el verano

Además, es importante mantener un estricto control sobre las compras de animales y materiales. La introducción de nuevos animales al rebaño aumenta el riesgo de introducir enfermedades. Al adquirir nuevos ovinos, es fundamental realizar controles de salud adecuados y mantener aislados a los animales recién llegados durante un período de cuarentena para detectar y prevenir la propagación de enfermedades.

La vigilancia activa también juega un papel clave en la bioseguridad. Los criadores deben estar atentos a cualquier signo de enfermedad en su rebaño y tomar medidas rápidas para contener y tratar cualquier brote. Esto incluye el monitoreo regular de la salud y el comportamiento de los animales, así como la implementación de programas de vacunación y desparasitación según las recomendaciones de un veterinario.